Descripción
Los jóvenes ocupan un lugar muy destacado en la predicación de Juan Pablo II. El Papa ha sabido conectar con las inquietudes y preocupaciones de la gente joven, y no precisamente con palabras fáciles. Les habla con cariño, pero también con exigencia. Queridísimos jóvenes es una amplia antología de textos de Juan Pablo II dirigidos a la juventud. El libro comienza con las palabras que el Papa dedicó a los jóvenes en su libro Cruzando el umbral de la esperanza: «Los jóvenes buscan a Dios, buscan el sentido de la vida, buscan respuestas definitivas». Estas palabras funcionan como hilo conductor de los textos que aparecen a continuación, extraídos de sus discursos, homilías, cartas y exhortaciones dirigidos especialmente a los jóvenes.
Los temas que se tratan en el libro son muy variados: los que más preocupan al Papa y a la juventud. Así, Juan Pablo II habla de paz y de justicia, del sacramento del matrimonio, de la necesaria búsqueda de Dios, de la Iglesia en el mundo actual, del valor del sufrimiento, de las relaciones de los hijos con los padres…
Las palabras del Papa adquieren un vigor apasionado cuando habla a los jóvenes de vocación, de encontrar en Dios una respuesta concluyente a sus inquietudes e interrogantes.
Biografía del autor:
Juan Pablo II (en latín: Ioannes Paulus PP. II),[5] de nombre secular Karol Józef Wojtyła ([ˈkarɔl ˈjuzɛv‿vɔjˈtɨwa]ⓘ; Wadowice, 18 de mayo de 1920-Ciudad del Vaticano, 2 de abril de 2005), fue el 264.° papa de la Iglesia católica y el sexto soberano de la Ciudad del Vaticano desde el 16 de octubre de 1978 hasta su muerte en 2005.[6] Fue canonizado en 2014, durante el pontificado de Francisco, lo que lo convierte en santo de la Iglesia católica.
Tras haber sido obispo auxiliar (desde 1958) y arzobispo de Cracovia (desde 1964), se convirtió en el primer papa polaco de la historia, y en el primero no italiano desde 1523. Su pontificado de casi 27 años fue el tercero más largo en la historia de la Iglesia católica, después del de san Pedro (se cree que entre 34 y 37 años, aunque su duración exacta es difícil de determinar) y el de Pío IX (31 años).
Juan Pablo II fue aclamado como uno de los líderes más influyentes del siglo XX, recordado especialmente por ser uno de los principales símbolos del anticomunismo,[7] y por su lucha contra la expansión del marxismo por lugares como Iberoamérica, donde combatió al movimiento conocido como la teología de la liberación, con la ayuda de su mano derecha y a la postre sucesor, Joseph Ratzinger.
Jugó asimismo un papel decisivo para poner fin al comunismo en su Polonia natal y, finalmente, en toda Europa, así como para la mejora significativa de las relaciones de la Iglesia católica con el judaísmo, el islam, la Iglesia ortodoxa oriental, y la Comunión anglicana.
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