Descripción
Se edita en este volumen la edición definitiva de 1933 con las variantes de la de 1930, de San Manuel Bueno, mártir , obra maestra de Miguel de Unamuno, considerada como su testamento espiritual.
La novela muestra un espacio no descriptivo en el que se asientan los símbolos clave de la dialéctica entre fe y duda, el lago, la montaña, la nieve, la villa sumergida, etc. Don Manuel asume esta lucha y se convierte en mártir en tanto toma sobre sí la duda y la sufre por toda la comunidad que, sumida en el engaño, avanza cohesionada por esa supuesta verdad no cuestionada.
Biografía del autor :
Obra:
Narrativa:
La obra narrativa de Miguel de Unamuno, en orden cronológico, es la siguiente:
- Desde 1886 escribió un total de 87 cuentos y relatos cortos[cita requerida]. De ellos, en 1913 seleccionó solo veintiséis para su libro El espejo de la muerte. Destacan el que da título al libro o Revolución en la biblioteca de Ciudámuerta.
- Paz en la guerra (1897), obra en la cual utiliza el contexto de la tercera guerra carlista (que conoció en su niñez) para plantear la relación del yo con el mundo, condicionado por el conocimiento de la muerte.
- Amor y pedagogía (1902), que une lo cómico y lo trágico en una reducción a lo absurdo de la sociología positivista.
- Recuerdos de niñez y mocedad (1908) es una obra autobiográfica. En ella el autor vasco reflexiona sobre los primeros años de su vida en Bilbao.
- El espejo de la muerte (1913), libro de cuentos.
- Niebla (1914), obra clave de Unamuno, que él caracteriza con el nombre «nivola» para separarla de la supuesta forma fija de la novela.
- En 1917 escribe Abel Sánchez, donde invierte el tema bíblico de Caín y Abel para presentar la anatomía de la envidia.
- Tulio Montalbán (1920) es una novela corta sobre el problema íntimo de la derrota de la personalidad verdadera por la imagen pública del mismo hombre.
- También en 1920 se publican tres novelas cortas con un prólogo de gran importancia: Tres novelas ejemplares y un prólogo.
- La última narración extensa es La tía Tula (1921), donde se presenta el anhelo de maternidad ya esbozado en Amor y pedagogía y en Dos madres.
- Teresa (1924) es un cuadro narrativo que contiene rimas becquerianas, logrando en idea y en realidad la recreación de la amada.
- Cómo se hace una novela (1927) es la autopsia de la novela unamuniana.
- San Manuel Bueno, mártir (1930), en la que habla de un sacerdote que predica algo en lo que él no logra creer.
- Don Sandalio, jugador de ajedrez (1930).
- Diario íntimo (póstumo), escrito hacia 1897, publicado en 1970.
Novela:
En la época literaria que rodeaba al autor por entonces, se exigían unos rígidos patrones de procedimiento a la hora de escribir y publicar una novela: una temática particular, líneas de tiempo y acción específicas, convencionalismos sociales… una especie de guion no escrito pero aceptado por todos. Y esto suponía a Unamuno un corsé del que pretendería desprenderse de alguna forma, para expresarse en sus páginas como estimara oportuno. Su solución fue inventar un nuevo género literario, al que bautizó como «nivola», y de esta forma, no podría obtener crítica ninguna en lo referente a reglas de estética o composición, porque solo debería atender a las reglas que él mismo hubiese diseñado para su nuevo género. Así lo expresa en Niebla (1914), en el capítulo XVII:
—¿Y cuál es su argumento, si se puede saber?—Mi novela no tiene argumento, o mejor dicho, será el que vaya saliendo. El argumento se hace él solo.
—¿Y cómo es eso?
—Pues mira, un día de estos que no sabía bien qué hacer, pero sentía ansia de hacer algo, una comezón muy íntima, un escarabajeo de la fantasía, me dije: voy a escribir una novela, pero voy a escribirla como se vive, sin saber lo que vendrá. Me senté, cogí unas cuartillas y empecé lo primero que se me ocurrió, sin saber lo que seguiría, sin plan alguno. Mis personajes se irán haciendo según obren y hablen, sobre todo según hablen; su carácter se irá formando poco a poco. Y a las veces su carácter será el de no tenerlo.
—Sí, como el mío.
—No sé. Ello irá saliendo. Yo me dejo llevar.
—¿Y hay psicología?, ¿descripciones?
—Lo que hay es diálogo; sobre todo diálogo. La cosa es que los personajes hablen, que hablen mucho, aunque no digan nada (…). El caso es que en esta novela pienso meter todo lo que se me ocurra, sea como fuere.
—Pues acabará no siendo novela.
—No, será… será…nivola.
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