Descripción
«Corazón Inquieto» de Louis de Wohl ofrece una inmersiva mirada a la vida de San Agustín, desde su juventud marcada por la ambición y la búsqueda intelectual, hasta su profunda conversión y legado como influyente pensador cristiano. La novela explora su apasionado viaje personal y espiritual en pos de la verdad, mostrando sus luchas internas y las experiencias que lo moldearon en una figura fundamental de la historia occidental.
Biografía del Autor:
Louis de Wohl (nacido como Lajos Theodor Gaspar Adolf Wohl y conocido también como Ludwig von Wohl; Berlín, 1903 – Lucerna, 1961) fue un prolífico escritor, guionista y astrólogo alemán, reconocido por sus novelas históricas. Antes de la Segunda Guerra Mundial, ya era un autor exitoso en Alemania, con más de 30 novelas publicadas y varias de ellas adaptadas al cine.
Con la llegada de Hitler al poder en 1935, de Wohl emigró a Inglaterra, donde se ofreció como voluntario para participar en el esfuerzo de guerra. Su experiencia como astrólogo fue utilizada por la inteligencia británica en el Departamento de Investigación Psicológica, donde preparaba predicciones astrológicas para la propaganda contra la Alemania nazi.
Después de la guerra, su estilo de escritura cambió significativamente. Louis de Wohl, quien había crecido en una familia católica pero se había distanciado de la fe, experimentó una reorientación espiritual. Decidió dedicar su escritura a temas religiosos, especialmente a las vidas de los santos. Por encargo del Papa Pío XII, escribió obras como «La luz apacible» (sobre Santo Tomás de Aquino) y «Fundada sobre roca» (una historia de la Iglesia Católica).
Entre sus novelas históricas más célebres, que presentan biografías noveladas de figuras cristianas, se encuentran «Corazón Inquieto» (sobre San Agustín), «El Oriente en llamas» (sobre San Francisco Javier) y «El mendigo alegre» (sobre San Francisco de Asís). Louis de Wohl es considerado uno de los grandes autores de novela histórica del siglo XX, y sus obras continúan siendo leídas y apreciadas por su rigor histórico y su profundidad espiritual. Recibió distinciones como Caballero de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén y Comendador de la Orden de San Gregorio Magno.
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