Descripción
Este libro habla de un portero pionero, que dominaba el juego de pies cuando los porteros tenían prohibido jugar con los pies. Un portero que veía más allá de su área para pensar en el juego colectivo, prefigurando al entrenador que acabaría siendo.
Este libro habla también de un hombre bueno, fuerte y agradecido, que se siente un privilegiado a pesar de las zancadillas de la vida. Con la última, el diagnóstico de ELA, no bajó los brazos, solo recondujo sus esfuerzos a una nueva misión: dar a conocer su enfermedad, aún incurable, y contribuir a su investigación.
Este libro habla también de un hombre bueno, fuerte y agradecido, que se siente un privilegiado a pesar de las zancadillas de la vida. Con la última, el diagnóstico de ELA, no bajó los brazos, solo recondujo sus esfuerzos a una nueva misión: dar a conocer su enfermedad, aún incurable, y contribuir a su investigación.
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