Descripción
El adjetivo «fantástico» que forma parte del título de este libro, y circunscribe un «corpus» en la obra de Galdós, tiene una acepción convencional de inverosímil, de algo que rompe las leyes físicas. Inscritos dentro del complejo contexto del realismo del autor, estos doce cuentos fantásticos son expresiones del espíritu que de manera sutil y bella convierten en «extraña» la realidad cotidiana. Los doce cuentos aparecen juntos por primera vez. Uno de ellos, «Rompecabezas», no ha sido nunca publicado en libro, y dos más se han editado en este formato muy rara vez. Ninguno de estos tres consta en las «Obras completas». La presente edición es un intento de tratar esta escritura libérrima y lúdica, de finísimo realismo entreverado, con el cuidado que se merece y hasta parece reclamar.
Biografía del autor:
Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 10 de mayo de 1843-Madrid, 4 de enero de 1920) fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español.
Se le considera uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo xix, no solo en España, y un narrador capital en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser propuesto por varios especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes.
Transformó el panorama novelesco español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del naturalismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Pérez Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano, y con «su intuición serena, profunda y total de la realidad» se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, «artísticamente transformado». De ahí que «desde Lope ningún escritor fue tan popular, ninguno tan universal desde Cervantes». Fue académico de la Real Academia Española desde 1897.
Llegó a ser propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912, pero su anticlericalismo provocó que fuera asediado y boicoteado con éxito por los sectores más conservadores de la sociedad española, representados en el catolicismo tradicionalista, que no reconocían su valor intelectual y literario.
Tuvo gran afición a la política, aunque él mismo no se consideraba un político. Sus comienzos políticos fueron liberales, para abrazar después un republicanismo moderado y, posteriormente, el socialismo de la mano de Pablo Iglesias Posse. En sus inicios liberales se afilió al Partido Progresista de Sagasta y en 1886 logró ser diputado por Guayama (Puerto Rico) en las Cortes. A comienzos del siglo xx ingresó en el Partido Republicano y en las legislaturas de 1907 y 1910 fue diputado a Cortes por Madrid por la Conjunción Republicano Socialista; en 1914 es elegido diputado por Las Palmas.
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