Descripción
El perro de los Baskerville es hoy un clásico, un clásico con historia. Conan Doyle inició las aventuras de su célebre detective en 1887, y las despachó seis años después dando por terminada la serie. En solo seis años batió todos los récords de su tiempo en cuanto a éxito y expectación popular. Al anunciar la muerte de su personaje, sus fans se quedaron tan aterrorizados como lo estarían hoy los seguidores de cualquier estrella de la música si anunciara que se retira en pleno delirio popular (…). En 1901, Conan Doyle se lo pensó mejor y le dio otra oportunidad a su héroe, con una obra anterior al año de su muerte «oficial». Fue como decirles a sus fans que Sherlock no volvería, pero que tenía algún que otro caso anterior a su adiós que valía la pena ser contado. La pasión con la que los devotos del detective se abalanzaron sobre la novela fue histórica. Esa novela fue El perro de los Baskerville.
Biografía del autor:
Arthur Conan Doyle nació el 22 de mayo de 1859 en Edimburgo. Era el tercero de diez hermanos de una familia católica. Estudió en varios colegios de los jesuitas y, posteriormente, cursó estudios de Medicina. Después de trabajar como médico en prácticas en un varios barcos, ejerció su carrera en Southsea (Inglaterra), desde 1882 a 1890. En 1885 se casó con Louise Hawkins y comenzó a asistir a reuniones espiritistas. Muy pronto se interesó por la literatura: en 1887 publicó «Estudio en escarlata» -obra en la que el famoso detective Sherlock Holmes conoce al doctor Watson- y un poco más tarde, en 1889 su primera novela histórica: «Micah Clarke». Este mismo año nació su primera hija, Marie Louise. En 1890 viajó a Viena para estudiar la especialidad de oftalmología y un año más tarde estableció su consulta en Londres. Seguía dedicando mucho tiempo a escribir y, así, publicó por entregas varias aventuras más de Sherlock Holmes en la revista «Strand Magazine». En 1892 nace su hijo Alleyne Kinsley. En 1899 se estrenó una adaptación teatral de Sherlock Holmes que siguió treinta y tres años en cartel. Sus novelas tuvieron tanto éxito que en muy pocos años pudo abandonar la práctica de la medicina y dedicarse exclusivamente a la literatura. En 1900 participó como médico en un hospital de campaña en la guerra de Sudáfrica. A su regreso publicó obras como «La guerra de los Borres» (1900) y «La guerra en Sudáfrica» (1902), en las que justificaba la participación de su país en estos conflictos. Por estas obras, el rey Eduardo VII le concedió el título de sir en 1902. En 1906 murió su esposa de tuberculosis, y un año después, en 1907, se casó con Jean Leckie. En 1909 nació su tercer hijo, Denis Percy Stewart, y un año más tarde su cuarto hijo: Adrian. En 1912 Donan Coyle publicó «El mundo perdido» -obra en la que aparece otro de sus más célebres personajes: el profesor Challenguer- y tiene a su quinta hija: Jean Lean Annete. En 1914 visitó Estados Unidos y Canadá, y un año más tarde, ya comenzada la Primera Guerra Mundial, viajó como corresponsal de guerra a los frentes británico, francés e italiano. Por entonces escribió «La campaña británica en Francia y Flandes»(1916-1920) en homenaje a la valentía británica. Al morir en la guerra su hijo mayor se convirtió en un firme defensor del espiritismo; durante el resto de su vida se dedicó a dar conferencias y a escribir sobre el tema. Murió en Crowborough (Sussex) el 7 de julio de 1930. Conan Doyle fue el creador de personajes inolvidables entre los que destacan el genial Sherlock Holmes, y su ayudante, el doctor Watson, cuyas aventuras narró en un total de sesenta y ocho relatos. Para crear al personaje del detective Doyle se inspiró en uno de sus profesores, el doctor Joseph Bell, quien animaba a sus alumnos a deducir informaciones diversas a través de la observación minuciosa de ciertos rasgos del paciente. Pero su antecedente literario inmediato es el personaje de Charles Auguste Dupin, de Edgar Allan Poe. Junto a Holmes está siempre el doctor Watson. Cuando conoce a Holmes, en Londres, está convaleciente de una herida sufrida en la segunda guerra de Afganistán. Con Holmes comparte un piso: el célebre apartamento del 121b de Baker Street. Watson es activo y valiente, apuesto y algo enamoradizo y actúa siempre como un amigo desinteresado. Representa al hombre corriente con quien se identifica inmediatamente el lector. Es caballeroso y leal y sirve a Holmes para contrastar sus propias teorías y deducciones.
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